Emigdio Ayala Báez (1917-1993). El talento autodidacta que marcó la música paraguaya
Emigdio Ayala Báez fue un exponente crucial de la música paraguaya del siglo XX. Nacido el 5 de agosto de 1917 en Escobar, un apacible rincón del departamento de Paraguarí, su legado artístico trasciende fronteras gracias a su pasión, talento autodidacta y compromiso con la cultura de su país. Su carrera musical, que inició a los 18 años, lo llevó por escenarios de Brasil, Argentina, Reino Unido y más allá, consolidándolo como una figura de referencia en el desarrollo del folclore guaraní. A lo largo de su vida, dejó un repertorio valioso de obras que aún resuenan en la memoria colectiva del Paraguay.
Orígenes y contexto histórico
La vida de Emigdio Ayala Báez se enmarca en una etapa de efervescencia cultural para Paraguay. Tras décadas de inestabilidad política y económica, el país buscaba en la música y otras expresiones artísticas una forma de reafirmar su identidad. Nacido en Escobar, un entorno rural que marcaría profundamente su sensibilidad artística, Ayala Báez creció rodeado por la música popular y los sonidos de la tierra guaraní.
Aunque no recibió una formación académica formal en música, desde muy joven mostró una inclinación natural por la composición y la interpretación, lo que lo llevó a iniciarse de manera autodidacta en el arte musical. Esta característica definió toda su carrera y lo convirtió en un símbolo de la capacidad de superación y creatividad del músico popular paraguayo.
Logros y contribuciones
Uno de los aspectos más destacados de la trayectoria de Emigdio Ayala Báez es su autodidactismo. A pesar de no haber pasado por conservatorios ni escuelas de música, logró dominar los fundamentos de la composición, interpretación y arreglos musicales. Su primera gran incursión en el panorama internacional se dio en Río de Janeiro, donde actuó con la orquesta de Herminio Giménez, un reconocido músico y compositor paraguayo con quien también realizaría una gira en Buenos Aires en 1947.
La colaboración con Giménez le permitió no solo afianzar su estilo musical, sino también ampliar su red de contactos artísticos y consolidar su presencia en el circuito sudamericano del folclore.
Entre sus principales contribuciones se encuentra la fundación de dos entidades clave para la defensa de los derechos de autor en la región:
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Autores Paraguayos Asociados (APA): Organización creada para proteger los intereses de los músicos paraguayos, en la que Ayala Báez tuvo un papel fundador fundamental.
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Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC): En Argentina, su participación en esta entidad demuestra su proyección internacional y su compromiso con la protección de los derechos intelectuales de los artistas.
Además, su obra musical es un testimonio profundo del alma paraguaya, destacándose por su riqueza melódica, emocionalidad y profundidad lírica.
Momentos clave
A lo largo de su carrera, Emigdio Ayala Báez vivió varios episodios fundamentales que marcaron no solo su trayectoria personal, sino también la historia musical del Paraguay. Algunos de los momentos más relevantes incluyen:
Participación en el Trío Olímpico
En 1948, junto a Eladio Martínez y Albino Quiñonez, formó parte del Trío Olímpico, un conjunto musical creado especialmente para representar a Paraguay en los Juegos Olímpicos de Londres. Esta participación fue histórica, ya que colocó la música paraguaya en un escenario de resonancia mundial y mostró al mundo el talento artístico del país. El trío combinaba guitarra, voz y arpa paraguaya, con un repertorio basado en polcas y guaranias que capturaron la atención del público internacional.
Principales composiciones
El catálogo musical de Ayala Báez es amplio y significativo. Su obra más emblemática es:
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“A mi pueblito Escobar”: Composición que rinde homenaje a su tierra natal, Escobar. Esta canción es un canto de amor y nostalgia por el lugar donde nació y murió, y se ha convertido en un símbolo musical del departamento de Paraguarí.
Otras obras importantes de su autoría incluyen:
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“Mi dicha lejana”
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“Oración a mi amada”
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“Lejana flor”
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“Nde tapere”
Estas canciones, enmarcadas dentro del estilo de la guarania y la polca paraguaya, destacan por su lirismo y sensibilidad, y hoy son interpretadas por numerosos artistas y grupos folclóricos en todo el país y el exterior.
Su legado institucional
Además de sus logros artísticos, Ayala Báez fue un pionero en la organización de los derechos de autor en Paraguay y Argentina. Su labor en APA y SADAIC fue fundamental para establecer un marco legal e institucional que protegiera las obras de los músicos paraguayos, sentando las bases para futuras generaciones.
Relevancia actual
Hoy, la figura de Emigdio Ayala Báez sigue siendo reverenciada en Paraguay. Su contribución al desarrollo de la música popular lo convierte en un referente indispensable del folclore nacional. Las nuevas generaciones de músicos paraguayos encuentran en su trayectoria una fuente de inspiración, no solo por su talento musical, sino también por su ejemplo de lucha, perseverancia y defensa de los derechos del artista.
Las composiciones de Ayala Báez se mantienen vigentes en los repertorios de festivales de música folclórica, eventos patrióticos y celebraciones populares. Además, su obra continúa siendo estudiada en escuelas y academias como parte esencial del patrimonio cultural paraguayo.
Legado y trascendencia en el tiempo
El impacto de Ayala Báez no se limita a sus composiciones. Su figura representa un ideal de artista comprometido con su país y con la expresión de las raíces culturales. Su capacidad para abrirse camino como músico autodidacta en escenarios internacionales, su participación en momentos emblemáticos como los Juegos Olímpicos de 1948 y su involucramiento en entidades de defensa del arte, lo colocan entre las grandes figuras de la historia cultural del Paraguay.
Además, su profundo apego por su tierra natal se convierte en un elemento simbólico importante. Morir en el mismo lugar donde nació, Escobar, marca una suerte de cierre poético a una vida entregada al arte y al servicio de su comunidad.
Principales hitos de su trayectoria
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1917: Nace en Escobar, departamento de Paraguarí.
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1935: Inicia su carrera como músico autodidacta a los 18 años.
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Década de 1940: Actúa con Herminio Giménez en Río de Janeiro.
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1947: Participa en una gira por Buenos Aires junto a Giménez.
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1948: Representa a Paraguay en los Juegos Olímpicos de Londres con el Trío Olímpico.
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Fundación de APA y participación en SADAIC.
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Composición de obras emblemáticas como “A mi pueblito Escobar”.
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1993: Fallece en su ciudad natal el 24 de febrero.
La obra de Emigdio Ayala Báez trasciende generaciones. Su nombre está inscrito con letras indelebles en la historia musical paraguaya, y su legado artístico continúa inspirando a intérpretes y compositores que buscan en la música una forma de expresión genuina de la identidad nacional.
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