Aguirre Cerda, Pedro (1879-1941).


Político y estadista chileno, nacido en 1879 en las cercanía de Los Andes, y muerto en 1941. Hijo de Juan Bautista Aguirre Campos y de Clarisa Cerda de Escudero, cursó su enseñanza básica en la escuela primaria de Pocuro y, más tarde, en el Liceo de San Felipe. Posteriormente se graduó como profesor de lengua castellana en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, y en 1904 consiguió el título de abogado. Luego estudió Hacienda Pública, carrera de la que cursó estudios de especialización en Francia.

Pedro Aguirre Cerda.

En 1904 ingresó en el Partido Radical, organización por la cual fue elegido diputado por San Felipe para el período 1915-1918, y más tarde por Santiago entre 1918 y 1921. Del mismo modo, continuó su carrera parlamentaria como senador por Concepción entre los años 1921 y 1924.

En 1918 fue nombrado Ministro de Justicia e Instrucción Pública, cargo desde el que impulsó la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria. Mientras tanto, en 1920, bajo el primer gobierno de Arturo Alessandri, fue también Ministro del Interior.

En 1938 fue candidato a la presidencia de la República por el Frente Popular, alianza política compuesta por el Partido Radical, Partido Socialista y el Partido Comunista. Antes de ser nominado, había derrotado en la Convención Radical a Juan Antonio Ríos. Una vez confirmado como candidato por el Frente Popular, venció en una dura contienda electoral al nominado de los partidos de derecha y antiguo ministro de Hacienda, Gustavo Ross Santa María, apodado el “mago de las finanzas” por su gestión en esa cartera bajo la administración de Alessandri.

Gobierno 1938-1941.

Con el gobierno de Pedro Aguirre Cerda comenzó en Chile el período de los gobiernos radicales, a través de la alianza política de centro izquierda denominada Frente Popular. Al asumir la primera magistratura se puso en marcha el programa basado en la necesidad de recuperar las riquezas básicas del país e impulsar la educación, como bien reflejaba su lema electoral: “Gobernar es educar”. A poco de iniciarse su mandato, el gobierno debió enfrentar dos grandes dificultades. En primer lugar el terremoto de Chillán, que azotó al país en enero de 1939 y destruyó gran parte de las ciudades; trajo como consecuencia la muerte de cerca de 40.000 personas y la pérdida de la producción agrícola entre las provincias de Talca y Bío-Bío. Esta catástrofe natural tuvo nefastas repercusiones en el comercio exterior y trajo consigo la pérdida de importantes mercados internacionales, lo que se vio agravado por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, que se convirtió en el segundo gran problema del país por aquel entonces.

Para superar estos problemas, el gobierno decidió crear la Corporación de Reconstrucción y Auxilio y la Corporación de Fomento a la Producción (CORFO). El primer organismo estaba destinado a la reconstrucción de viviendas en la zona devastada por el cataclismo, mientras que el segundo, la Corporación, estaba concebida como encargada de planificar la economía del país a través de la industrialización, que tendría por fin reducir las importaciones y crear plantas eléctricas, siderúrgicas, de elaboración de materias primas, mecanización de la agricultura y fomento a la minería.

Bajo esta concepción económica se crearon la Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA) en 1944, la Industria Azucarera Nacional (IANSA) en 1952, la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) en 1950 y la Compañía de Aceros del Pacífico (CAP) en 1946. Otro hecho importante ocurrido durante este período fue el dictado, en 1940, del decreto que fijó los límites de la Antártida chilena en los meridianos 53º y 90º latitud oeste. Posteriormente, en 1947, se instalaba la Base Antártica “Arturo Prat” en la bahía Soberanía (Isla de Greenwich) y en 1948 la base militar “Bernardo O’Higgins”.

En materia educacional, el ejecutivo depositó sus mayores fuerzas y recursos en el cumplimiento del programa anunciado. Como consecuencia, aumentó el número de alumnos en escuelas primarias de 110.000 en 1938 a 616.000 en 1941. Fomentó especialmente el desarrollo de la educación técnica, industrial y minera, con objeto de formar técnicos para favorecer el progreso industrial. Se crearon más de 1.000 escuelas y más de 3.000 plazas para maestros. La Universidad de Chile extendió sus actividades a lo largo del país; se creó un centro de investigación científica y de cultura general y surgió la Facultad de Economía y Comercio, indispensable para la transformación económica y social de ese momento.

Bajo el gobierno de Aguirre se presentó un proyecto de ley para crear el Premio Nacional de Literatura y gestionar la concesión del Premio Nobel a la poetisa Gabriela Mistral, distinción que alcanzó años más tarde, bajo el mandato de Juan Antonio Ríos. En el ámbito político, el gobierno debió enfrentar una mayoría parlamentaria de la oposición. Sólo en 1941 logró sobrepasar a liberales y conservadores; sin embargo, diferencias internas en la alianza de gobierno no permitieron aliviar el desempeño del Ejecutivo. La oposición manifestó inquietud por la falta de garantías para la libre emisión de sufragios en el acto electoral, por lo que fue promulgada en febrero de 1941 una ley que encargaba a las Fuerzas Armadas el cumplimiento de las disposiciones legales el día de las elecciones. Hasta entonces, la fuerza pública dependía para esos fines de intendentes y gobernadores. Si bien esta ley aseguró la transparencia del sufragio, en las elecciones sucesivas continuaron existiendo antiguos vicios que impidieron que los votos fueran el reflejo fiel de la voluntad ciudadana.

Respecto a la Iglesia Católica, el Gobierno mantuvo con ella relaciones normales, aunque la oposición acusó a los partidarios de Pedro Aguirre de perseguir a los fieles. Sin embargo, como una evidencia de plena normalidad, la Santa Sede nombró a José María Caro como primer Cardenal chileno.

En 1941, cuando Pedro Aguirre Cerda se encontraba en pleno desempeño de su gobierno, le sobrevino una penosa enfermedad que le obligó a traspasar sus funciones al Ministro del Interior, Jerónimo Méndez Arancibia, el 10 de noviembre. El 25 del mismo mes un comunicado público anunciaba el fallecimiento del Presidente. Pedro Aguirre Cerda estaba casado con su prima Juana Aguirre Luco y no tuvo hijos.

Bibliografía.

  • VILLALOBOS, S., OSVALDO SILVA, F. y SILVA, P. E.: Historia de Chile, Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 1983.